lunes, 17 de diciembre de 2007

Planteamientos inverosímiles

Un amigo mío utiliza un recurso inusual para animar conversaciones y, supuestamente, también para azuzar el intelecto: plantea circunstancias imposibles y pregunta a los contertulios qué sucedería si sucediese tal situación. Busca siempre escuchar segundas y terceras derivadas como reacción a sus preguntas y critica las obviedades de primer nivel. La verdad es que el ejercicio es, en ocasiones, bastante estimulante.

Le he oido realizar preguntas como: ¿qué sucedería si desapareciese el dolor? o ¿qué consecuencias traería la invención, económicamente viable, de una máquina de tele transporte?

Hay que decir que la parroquia suele decantarse, después de un buen rato de animada discusión, por escenarios resultantes bastante apocalípticos, lo cual dice mucho de nuestro espíritu a menudo injustificadamente pesimista.

Hoy yo me estaba planteando una de estas preguntas.

¿Qué sucedería si, de repente, la raza humana quedara dotada de un mecanismo por el cuál, ineludiblemente, una alarma visible a todo el entorno sonara cada vez que uno no dice la verdad? ¿A dónde iríamos a parar si naciesemos con un infalible polígrafo de serie instalado en nuestra expresión?

Probablemente los odios resultantes a la exposición en público de la verdad que se esconde tras la mentira acabarían provocando una debacle. Caerían gobernantes, muchas religiones quedarían en entredicho, cúpulas enteras de empresas y organizaciones serían destronadas. Los engañados provocarían revoluciones. Los contertulios tradicionalmente pesimistas concluirían sin dudar: hecatombe nuclear.

Otros seríamos más optimistas. Hasta el momento en que la bomba de hidrógeno nos desintegrase, viviríamos más tranquilos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vease el sketch de ETB al respecto, el de la boda que se joroba por una maquina de la verdad en la iglesia...