martes, 30 de octubre de 2007

El baño

El día era gris. El lugar frío. Lo fundamental de la estampa era un lago, de fondo oscuro pero de agua muy transparente: cerca de la orilla los cantos rodados del lecho se podían ver con nitidez.

El aire era fresco pero me metí en el agua sin notar el mínimo escalofrío. Tampoco sentí el pinchazo de los cantos rodados clavándose en mis pies. Todo esto llamó mi atención. Me sentí tan bien que decidí sumergirme entero en el agua, hasta que la persona que se bañaba conmigo me llamó la atención. "No lo notas, pero en realidad estás pasando frío. Es mejor que salgas ya o agarrarás una fuerte".

Mi padre se fue hace 8 años. Hoy, en un sueño, después de tanto tiempo, he vuelto a hablar con él.

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