La última vuelta de tuerca sobre esta cuestión a la que he tenido acceso tiene forma de texto escrito.
En un documento legal relacionado con una transacción inmobiliaria en los Estados Unidos en la que estoy actualmente involucrado lei estupefacto el párrafo que muestro en la imagen. En definitiva, uno puede eludir responsabilidades no por razones de fuerza mayor (como sería el caso en nuestro entorno jurídico) sino aduciendo la actuación de Dios. Según este documento es Dios quien provoca los huracanes en Florida. Y, por tanto, es Dios el responsable de que determinados aspectos del contrato no se puedan cumplir.
Florida es un estado de la nación más poderosa del mundo actualmente.
Choca. Pero da un poco de pánico también.
